En busca de la tinta pa escribir.
Mi abuela( y no la cancion) o mejor dicho mamá.
Pasado unos meses fui a visitarla a ella,a mis primos, primas, tios, tias etc...
Todo sigue igual, mis primas aun se peinan, se arreglan y se montan en sus tacos para sentarse en el frente de la casa a ver la gente pasar, cuando las vi cambiadas de esa manera no pude evitar preguntar- y pa donde es que vamos?
mi primo todo un Don Juan a sus 16 años, coje su pasola y se va a ver a su novia, mientras que tony y siso juegan en el cuarto con princesa.
Yo me siento al igual que ellos, en la acera a ver la gente pasar y a los niños jugar, la luz tenue del paluelu' los ilumina mientras juegan a las escondidas.Por el frente de la casa pasa jessy, una hija de un vecino que pasaba mas tiempo en mi casa metida abajo de la cama con mi primo que en cualquier otro lugar, ahora es un mujeron mas grande que yo, esta casada y segun mis primas pasa por la casa y ni para alla mira.
Mi otro primo y mi tia nos sacan a pasear a mi y a mi hermano, nos dan practicamente un tour por nuestro pueblo olvidado.
Cada dia hace mas calor, la casa de mamá es como un horno y nosotros somos pollos que nos cocinamos dentro, me encanta estar alla que aunque no haya nada que hacer, me gusta su compañia, como se ven las casas de maderas, el zinc y hasta el sonido de los motores que pasan incesantemente frente a la casa.
Me gusta sentarme en la puerta de la Donante #14 en el barrio de Villa Estela,Barahona y estar con mamá, una mujer que apesar de los años y sus achaques no dejar de reir y de relajar.
Jan 4, 2007
Mamá
Posted by Ann
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
3 comments:
Siempre he dicho que lo mejor de tener raíses en el campo, es la oportunidad de tener un lugar que visitar en las fechas claves, Navidad es una de ellas. Y aunque a veces la situación es penosa, porque en los pueblos, (o tal vez sólo en Barahona)nada parece cambiar, pero siempre queremos volver, coger carretera, mirar las montañas, bañarnos en agua fría, hacer cuentos en la galería, tumbar mangos, oir cuentos de cuando fulana era chiquita y muchas muchas otras cosas que nos sacan de la monotonía. Es como una dimensión paralela y ése es su encanto.
Cuando tenía casa en el campo (Salcedo mis abuelos) odiaba ir, luego que murieron y se vendió la finca, a cada rato anhelo ir como antes. Disfrutalo lo más que puedas porque después lo extrañarás.
Ay amiguita! Nice post! Bien cargado de nostalgia... me gusta.
Post a Comment